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RESPIRACIONES. Antolog​í​a in​é​dita.

by Javier Carnicer y varios autores

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    Respiraciones es un doble CD que recopila los distintos proyectos musicales alumbrados por Javier Carnicer.

    El primer CD contiene una selección de canciones incluidas en las maquetas que Javier publicó con Carnicería Carnicer, Manicomio Romántico y Soledad Anónima entre los años 1987 y 2001.
    Cierra este CD una versión de Carnicería Carnicer interpretada por Will Spector y Los Fatus.

    El segundo CD lo conforman Polar inédito, esto es, una colección de cuatro temas que Javier grabó junto a Justo Bagüeste, concluidos antes de la muerte de Javier y pendientes de publicación. Le sigue Buena Sangre, poemas que Javier dejó grabados y han sido musicados por varios autores.

    Además, un profuso libreto de 36 páginas en el que se incluyen las letras de las canciones, textos de Luis Lles, Eduard Sanahuja Yll y Octavio Gómez Milián, y las colaboraciones gráficas de Alberto Carrera Blecua, Carlos Aquilué, Jesús Moreno, Rafa Gobantes, Orencio Boix, Pablo P. Terré, Carmén Laín, Pablo De Ayerbe Carnicer, María José Hasta, Ana Calvo Palacios, eme eme, Fratelli Moca, Paloma Boix y David Adiego.

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Para decirte que no te quiero demasiado no hace falta escribir, no, no, no, versos de amor. Me basta con mostrarte el corazón y una navaja. Amantes que desposaré sólo con sangre. Si un día tú, si un día tú, si un día tú me faltas mi amor, si un día tú me faltas mi amor, si un día tú me faltas mi amor, ay, ay. Que para decirte que te quiero demasiado no hace falta escribir, no, no, no, versos de amor. Me basta con mostrarte el corazón y una navaja. Amantes que desposaré sólo con sangre. Si un día tú, si un día tú, si un día tú me faltas mi amor, si un día tú me faltas mi amor, si un día tú me faltas mi amor, ay, ay, ay. Si un día tú, si un día tú, si un día tú me faltas mi amor, si un día tú me faltas mi amor, ay, si un día tú me faltas mi amor, ay, ay, ay.
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Ya no soporto el día, no soporto más el sol, ya no aguanto la noche, no aguanto una luna más. No soporto la tierra, no soporto el cielo azul, ya no soporto nada, ni el placer ni el dolor. Insoportable es el vivir, insoportable es el morir. Insoportable es seguir, este absurdo hasta el fin. Ya no soporto al hombre, ni a los dioses, ni a mi ser, no aguanto más historias, ni más credos, ni más cruz. no aguanto más palabras, ni más gestos, ni más voz. Ya no soporto el mundo, no soporto esta prisión. Insoportable es el vivir, insoportable es el morir. Insoportable es seguir, este absurdo hasta el fin. Insoportable es el vivir, insoportable es el morir. Insoportable es seguir, este absurdo hasta el fin. Insoportable es el vivir, insoportable es el morir. Insoportable es seguir, este absurdo hasta el fin.
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Es la gravedad la única ley universal en todo cuerpo, en todo ser, en todo hombre y en todo Dios. Caer y caer, es la ley universal. Caer y caer, siempre hacia el centro del mismo lugar, siempre de bruces en el mismo hogar, siempre hecho polvo con el mismo mal, mal, mal. Es la crueldad, de nacer, de sufrir y morir, con la soledad, que a todo el mundo acompaña al vivir. Caer y caer, maldita ley universal. Caer y caer, en las cenizas del mismo volcán, en las espinas del mismo rosal, en las heridas del mismo puñal, puñal. Caer y caer, es la ley universal. Caer y caer, siempre hacia el centro del mismo lugar, siempre de bruces en el mismo hogar, siempre hecho polvo con el mismo mal. Caer y caer, maldita ley universal. Caer y caer, en las cenizas del mismo volcán, en las espinas del mismo rosal, en las heridas del mismo puñal, puñal. Caer.
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Como si fuésemos salvajes en las islas del amor como si fuésemos suicidas en el árbol del Edén como si fuésemos herejes en los credos de la cruz como si fuésemos aullidos en las llamas de la sed Carnicería Carnicer nunca al servicio de usted Carnicería Carnicer Como si fuésemos el pulso de un gatillo ante la sien como si fuésemos los palos que te dan al despertar como si fuésemos el grito que estrangula al corazón como si fuésemos la cresta de un ciprés rajando al sol Carnicería Carnicer jamás al servicio de usted Carnicería Carnicer Como si fuésemos el nudo de una soga ante la nuez como si fuésemos vampiros saliendo del ataúd como si fuésemos heridas que no tienen curación como si fuésemos raptores de cadáveres sin ley Carnicería Carnicer nunca al servicio de usted Carnicería Carnicer jamás al servicio de usted Carnicería Carnicer nunca al servicio de usted Carnicería Carnicer Lo hacemos por el bien de usted
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Otro día aniquilado con éxito y ahora el descanso merecido. Renovar esa fe en uno mismo, rellenar con delirios el vacío. Alguien orgulloso de su propia compañía, alguien satisfecho en su piel. En penumbra, con guantes y antifaz, la conciencia desnuda cada noche. La vela que visita el cuarto oscuro. La cama bien hecha, arroparse, no arrepentirse de nada, aplaudirse con los ojos cerrados. Ninguna arruga, ninguna mancha, alguien que da miedo, que da ventaja, que avisa ya de lejos con su sombra. Alguien abrazado a su fantasma.
27.
Algunos días me despierto con los sueños pintados de nubes. Hoy tengo a los truenos conmigo para iniciar nueva tormenta. Sobre el corazón de este infierno, otras lluvias, otra descarga de vida, otro ataque de esperanza. A medio pulmón, una respiración menos profunda, apenas contenida, que se escapa poco a poco, casi como una brisa. Buena sangre, a sesenta pulsaciones por minuto. Y al momento, en la mágica pereza de la calma, ni pulsos financieros ni latidos de guerra. Como si el diablo hubiera vendido su alma.
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Los átomos añoran los tiempos de la nada. A voluntad, apagan las estrellas su luz propia. Quedan dos velas, dos cerillas y lo áspero. El fracaso, viernes santo, del universo.
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La suave gravedad de la pereza es necesaria para el bien. Y las altas tensiones de la lucha, imprescindibles para el mal. Mientras la historia no se apiade de sí misma, seguiremos produciendo monstruos. El cuchillo oxidado del tiempo contra el propio tiempo, la navaja florecida de la naturaleza contra la naturaleza misma. Sadismo, masoquismo, crueldad: el triángulo de la barbarie. Y en sueños, esperamos un pueblo generoso, digno de ser, sin el maldito esfuerzo de la esclavitud ni la bendita tradición del sacrificio. Ese tacto con la dosis de ternura necesaria para amar
30.
Se levanta tormenta una mañana y ya no vuelve a ser de día. No vuelven esos días azules ni ese sol de la infancia. Hay un pequeño cementerio junto al mar donde no crece el limonero. Quedan los golpes cuando se hace camino hacia el exilio. Quedan los versos cuando todo se ha perdido.
31.
Es difícil dormir todos los días. Para quedarte dormido, no pensar, no recordar, a penas vivir. Hay que descargar el pensamiento, vaciarse la memoria, como armas de fuego que apuntan a uno mismo. Hay que matarse un poco cada noche. Aunque será difícil si sueñas con los ojos abiertos: otra visión de la tierra, otra mirada de horizonte. Será difícil que duermas mientras la luz no se apague del todo. Bienaventurados los seres inconscientes, que apartan la vista del mundo con los párpados caídos. Y se quitan la vista hasta el día siguiente. Si les extiendes una sábana por encima parece que ya estén muertos. La conciencia legal no duerme nunca, hasta que una mañana se muere de insomnio. La ilegal, insensible y eterna, a pierna suelta sobre la alfombra.
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DEVOLUCIÓN L’amor ha arribat tard a l’univers E. Sanahuja Habría que devolver el mundo a la nada. Y que volviera a comenzar de otra manera. Sin la demencia cuántica del átomo, sin su ira explosiva. Amor desde el principio de los tiempos. Esa primera vista, esa primera luz. SIN Sin amor, el mundo no miente: nos va dejando huellas, avisos de traición. Nos va pintando heridas por la espalda, como haciendo promoción de sus diseños. Vuelven los grandes golpes, nacen las nuevas marcas. Y en el lamento de nuestros corazones apenas queda corazón, como la tensa cuerda de un violín justo antes de romperse. Tristeza en primer plano, sacrificio al fondo. El daño que te hacen y el daño que haces tú, el dolor que te ofrecen y el dolor que has aceptado como un reto. Comparas las traiciones, comparas las heridas, mientras desciendes la mirada hacia un suelo que ya no te sostiene. Sin amor, caes de gravedad, el mundo no miente. CON Cuando hay amor, el mundo nos engaña. Y nos hace creer en la belleza, en la justicia, incluso en la bondad. Hasta en la resurrección de las estrellas. Nos engaña con anuncios celestiales, paraísos sin serpientes y alfombras mágicas a nuestros pies. O con afectos especiales más cercanos, a la piel y al corazón. Vivimos engañados, bien engañados: mediante la sonrisa, mediante la ternura. El cariño que recibes y el cariño que das tú: nuestro único equilibrio, nuestra única verdad. Aunque el mundo, felizmente, nos engañe.
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Buena sangre, a sesenta pulsaciones por minuto. Y me llega un cansancio que no viene del esfuerzo ni se va con el descanso. … sacrificio al fondo. Sin amor, caes de gravedad, El cariño que recibes y el cariño que das tú: nuestro único equilibrio, nuestra única verdad. El cuchillo oxidado del tiempo contra el propio tiempo, Sadismo, masoquismo, crueldad: el triángulo de la barbarie. …ni la bendita tradición del sacrificio. Ese tacto con la dosis de ternura necesaria para amar. …mientras la luz no se apague del todo. Hay que matarse un poco cada noche. …no pensar, no recordar, a penas vivir. No descansa la noche cuando el día no despierta. Hay que matarse un poco cada noche. Quedan los versos cuando todo se ha perdido. … esa primera luz. Amor desde el principio de los tiempos. A voluntad, apagan las estrellas su luz propia. Quedan dos velas, dos cerillas y lo áspero.

about

A lo largo de lo últimos treinta años, Javier Carnicer escribió multitud de poemas y canciones. La mayoría de ese material nunca llegó a ver la luz de forma convencional.

En un acto de justicia poética En vez de nada edita ahora “Javier Carnicer. Respiraciones. Antología Inédita” un doble CD que recopila los distintos proyectos musicales alumbrados por el poeta oscense Javier Carnicer.

Respiraciones contiene una selección de canciones inéditas pertenecientes a las maquetas que Javier registró con Carnicería Carnicer, Manicomio Romántico y Soledad Anónima. Asimismo, incluye cuatro composiciones de las sesiones de "Polar" que Javier registró junto a Justo Bagüeste, y que quedaron pendientes de publicación. También siete poemas inéditos que dejó grabados y que han sido musicados por Susana Cáncer, Antonio Romeo, Orencio Boix y Javier Aquilué, Nicolás Sánchez, Licor de Pájaro, Javimar y el propio Justo Bagüeste, así como una versión de Carnicería Carnicer a cargo de Will Spector y Los Fatus.

Además, Respiraciones trae consigo un profuso libreto de 36 páginas en el que se incluyen las letras de las canciones, textos de Luis Lles, Eduard Sanahuja Yll y Octavio Gómez Milián, y las colaboraciones gráficas de Alberto Carrera Blecua, Carlos Aquilué, Jesús Moreno, Rafa Gobantes, Orencio Boix, Pablo P. Terré, y las ilustraciones de Carmen Laín, Pablo De Ayerbe Carnicer, María José Hasta, Ana Calvo Palacios, eme eme, Fratelli Moca, Paloma Boix y David Adiego.

En vez de nada quiere agradecer muy especialmente a Bolo, vis, vult… a Carmen, a la familia Carnicer y Alberto Carrera Blecua, a Felipe Garzo, a Justo Bagüeste y a todas las personas que han participado de este gesto común dedicado a la memoria y la obra de Javier Carnicer. Va por él y por todos nosotros


ABRAZADOS A SU FANTASMA

Recuerdo la primera película que vi en el Cine Club de la Peña Zoiti. Fue “Paseo por el amor y la muerte” de John Huston. Y más allá de su contenido, siempre he pensado que ese título encerraba las principales obsesiones de Javier Carnicer, cuya clarividencia le llevó a decir en una de sus canciones que “vivir es morir”. Esa certera ecuación presidió casi toda su obra poética y musical, siempre invadida por un romanticismo acendrado y una intensidad desmedida.

Nacido en Huesca en 1956, este año habría celebrado su 60º aniversario. No pudo ser. Pero da igual, lo vamos a celebrar de todas formas, y lo vamos a hacer de la mejor manera posible: con música. Con esa música que dejó grabada y que inexplicablemente nunca llegó a ver la luz de forma convencional. Cuesta pensar que hasta llegar a “Lijas” (su primer disco junto a Justo Bagüeste, año 2009) la trayectoria musical de Javier Carnicer se había desarrollado exclusivamente a través de maquetas que nunca encontraron una vía normalizada de distribución. Por eso mismo, este doble CD es un acto de justicia poética, porque reúne el material de distintas maquetas de los diversos grupos que alumbró, junto a material inédito de su proyecto con Justo Bagüeste y a poemas recitados por el propio Carnicer que diversos artistas han puesto en solfa desde sus respectivas perspectivas musicales. Una panorámica quizá no completa, pero sí muy representativa de su apasionada relación con la música.

Una vez instalado en Barcelona, donde se licenció en Filosofía, la poesía y la música fueron sus dos principales vías de expresión creativa. La primera fue una vocación temprana que se vio plasmada en 1984 con la publicación de su primer poemario, “La sombra del obituario vista por su huésped”, en el que ya se vislumbraba su fascinación por los cementerios y la imaginería mortuoria, lo que le llevaría de inmediato a entroncar su poesía con el por entonces emergente rock gótico, a colaborar con los manresanos Los Humillados y a formar en 1987 su propio grupo after-punk, Carnicería Carnicer, su primer proyecto musical, que compartió con otros tres oscenses, el guitarrista Felipe Garzo (ex Orni), el bajista Curro Domínguez (de los Chuttones) y el batería Víctor Morlán (ex Orni). Su mítica actuación en la antigua Estación de Autobuses de La Oscense, que constituyó el debut del grupo, fue todo un shock en el panorama musical de la ciudad, que vio en él a su Nick Cave particular, su príncipe de las tinieblas, su ángel de la oscuridad.

En las maquetas que Carnicería Carnicer grabó entre 1987 y 1990 está contenida toda su virulencia y su sentido trágico de la vida, pero lo está de una forma absolutamente natural y abrumadoramente sencilla, sin trampa ni cartón. Algo que Nacho Moya ha sabido captar en la pulcra remasterización que ha realizado a partir de los temas recopilados por Felipe Garzo, brazo derecho de Carnicer durante muchos años. Son temas como “Maneras de amar” y su aire new wave con poso postpunk, “El patíbulo del héroe” con su atmósfera nocturna y su conexión con el rock torero de Gabinete Caligari o “Plagios por amor”, puro punk aflamencado de raíces netamente españolas. Pero en estas maquetas también se pueden encontrar sencillas canciones de amor de lejanos acentos rockabilly (“No”), aromas de blues oscuro en temas que vomitan su hartazgo de vivir (“Vivir”), fake jazz en la mesmerizante estela de los Lounge Lizards (“El descanso del vampiro”) o esa resplandeciente perla after-punk conducida por el típico ritmo motorik del krautrock que es “Carnicería Carnicer”, que conecta al grupo oscense con The Fall y John Cooper Clarke y que también se puede escuchar en este disco en la (per)versión, a caballo entre Cramps y Killing Joke, que hicieron Will Spector y los Fatus en su participación en la puesta de largo del documental “Los chicos de provincias somos así” de Orencio Boix.

Tras la disolución de Carnicería Carnicer, durante los años 90, el poeta invisible o secreto -como le definió Eduard Sanahuja- continuó su actividad musical en proyectos de menor relevancia, pero no por ello menos atractivos. Con Manicomio Romántico se acercó a una percepción musical más convencional (si es que algo en la biografía de Javier se puede describir así), y con Soledad Anónima se alejó en cierta forma de la oscuridad y la negrura para ofrecer, por un lado, unos textos más reflexivos e introspectivos, y por otro lado, una música algo más luminosa y orgánica, próxima al dark folk (“Luna”), al rock más intenso (“Flor de ceniza”, una oda a Panero, en cuya mirada ve el horror del universo), al folk rock ácido (“Ficción”) o incluso a sonoridades latinas (“Soledad Anónima”, “La trampa”). Una etapa que también aparece recogida en el primer CD de este imprescindible y hermoso artefacto que tienes en tus manos, y que viene envuelto en importantes colaboraciones plásticas de Carrera Blecua, Carmen Laín, Pablo De Ayerbe, María José Hasta, Carlos Aquilué, eme eme, Fratelli Moca, Paloma Boix o David Adiego.

La primera mitad de la primera década de este siglo constituyó, en cierta forma, una travesía del desierto, y tardaríamos bastantes años en volver a disfrutar de su talento creativo. Pero en 2008 llegarían el poemario “Estuche de lijas” y en 2009 el disco “Lijas”, primer trabajo en colaboración con Justo Bagüeste, que tendría su continuación tres años más tarde con el EP “Polar”, con el que conformaría un subyugante díptico de poesía y electrónica. Obras maestras de spoken word futurista, que pasaron injustamente desapercibidas a pesar (o precisamente por ello) de su carácter anticipatorio y vanguardista. Cuatro temas inéditos de las sesiones de “Polar” son recuperados en el segundo CD de esta antología, mezclados y masterizados con su conocida mano maestra (como el resto de este disco) por Gonzalo Lasheras. “Hora de acostarse” suena como una big band en el hiperespacio. Y si “Salto” parece una fanfarria alocada y minimalista, “Primer pensamiento” nos hace pensar que el Ry Cooder más desértico ha descubierto el ambient noise, al mismo tiempo que esa combinación de jazz y electrónica nos permite evocar al último Bowie, el de “Blackstar”. Y en “Falsificado”, la comedia de la vida es sometida a un tratamiento de guateque sideral.

Finalmente, en el bloque “Buena Sangre”, varios creadores reciclan diversos textos recitados por Javier, ofreciendo nuevas perspectivas de su caudaloso torrente poético. En “Dibujo infantil”, que describe la vida como anomalía, Susana Cáncer nos sumerge en una atmósfera onírica y surreal. Un “Réquiem” extrañamente premonitorio (otra vez Bowie) se ve sometido a un tratamiento pesadillesco y al mismo tiempo spacey a cargo de Antonio Romeo. Por su parte, Orencio Boix y Javier Aquilué dejan asomar una rendija de luz entre la barbarie en el plácido folk cósmico de “Tacto”. El trágico éxodo de Antonio Machado plasmado en “Colliure” se beneficia de la visión impresionista y bellamente descriptiva de Nicolás Sánchez. Licor de Pájaro envuelven “A pierna suelta” con música de película muda, expresionista, que se torna en algarabía free jazz y después en un épico canto funerario a lo Matt Elliott. Y Javimar nos lleva a la arcadia feliz del proto-techno con la rítmica construcción de “Devolución/ Sin/ Con”. Por último, un emocionado y emocionante Justo Bagüeste transmite en “Tres” una tristeza infinita en algo parecido a una conmovedora saeta. Todos estos temas constituyen un esplendoroso mosaico que nos permite disfrutar de una visión poliédrica del inmenso talento de Javier Carnicer, cuya voz, grave y profunda, nos conduce una vez más por un atormentado amasijo de sensaciones.

Evocando el final de su poema “Hora de acostarse”, nosotros seguiremos abrazados a su fantasma, y, parafraseando a Ultravox, bailaremos estas canciones con lágrimas en nuestros ojos.

Luis Lles

credits

released May 21, 2016

Producción ejecutiva: Javier Borau “Bolo”, Felipe Garzo y En vez de nada.
Portada: Alberto Carrera Blecua a partir de una foto de Jesús Moreno.
Ilustraciones: Alberto Carrera Blecua, Carlos Aquilué, Pablo Pérez Terré, Carmen Laín, Pablo De Ayerbe Carnicer, María José Hasta, Ana Calvo Palacios, eme eme, Fratelli Moca, Paloma Boix y David Adiego.
Fotografías: Rafa Gobantes, Jesús Moreno y Orencio Boix.
Textos: Luis Lles, Eduard Sanahuja Yll y Octavio Gómez Milián.
Transcripciones: Antonio Romeo, Orencio Boix y Javier Aquilué.
Maquetación y diseño gráfico. Carlos Aquilué.
Coordina y edita: En vez de nada.

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Javier Carnicer Huesca, Spain

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